A David Vega Terrazas solo le preocupa mantener limpia su casa, pero las calles del municipio ya las convirtió en tiraderos clandestinos
Alexxa Carrasco
De acuerdo con una denuncia pública que han hecho llegar ciudadanos, el presidente municipal de Yauhquemehcan, David Vega Terrazas, ha convertido las calles de este municipio en tiraderos clandestinos de basura, pues debido a su incompetencia para realizar una adecuada administración de los recursos, el servicio de recolección de basura se ha vuelto inservible.
Lo peor de todo, es que mientras el alcalde solo se toma fotos para presumir lo contrarios, la realidad es la mayoría de las calles existe una contaminación visual, con la presencia de camiones recolectores de basura completamente llenos y abandonados a plena calle, sobre todo en las vías principales, incluyendo la que conduce directamente a la presidencia municipal.
Ya ni hablar del tema de la seguridad pública, pues ha convertido al municipio en un foco rojo, pues en los últimos meses, los elementos de la Dirección de Seguridad Pública solo han destacado por construir estructuras para proteger sus unidades particulares, en lugar de brindar resultados reales en este tema, donde los robos, asaltos y otros ilícitos van en aumento.
Muestra de ellos, es que en los robos a casa-habitación, como siempre, los policías llegan tarde y solo “a ver cómo quedó la casa”, no realizan ningún tipo de interrogatorio, no recaban datos, no orientan a la víctima para levantar una denuncia, lo único que hacen es justificar su inacción diciendo que “por el monto robado ya no les compete”.
Y del famoso C2 o el C5, la respuesta es aún más lamentable, pues la mayoría de las cámaras “no sirven”, “no hay conexión”, “no se captó nada”, en fin, una serie de argumentos que distan mucho de la millonaria inversión que tanto presumen.
La administración de David Vega parece más interesada en la imagen que en la acción, en el discurso que, en los hechos, pues las fotografías que circulan en sus medios oficialistas muestran un Yauhquemecan ideal, limpio, seguro y moderno. Pero los hechos contradicen cada palabra de esa propaganda.
La ciudadanía está cansada de palabrerías, promesas vacías y servidores públicos cómodos que solo aparecen cuando es tiempo electoral.