Una de ellas incluso tuvo el descaro de ir uniformada, exhibiendo una total falta de respeto por su profesión y por las y los derechohabientes.
Mientras la Clínica de Medicina Familiar (CMF) del ISSSTE en Tizatlán ofrece un servicio deplorable y la infraestructura se cae a pedazos, su directora y parte del equipo directivo decidieron, en pleno horario laboral, abandonar sus responsabilidades para irse a festejar el Día de las Madres en el Recinto Ferial.
La directora Laura González Benítez, quien además mantendría una relación personal con el Subdelegado Médico Leonel Vásquez Nava, asistió al evento acompañada de la subdirectora médica Arely Meneses, la jefa de enfermería Diana Rodríguez, la secretaria de dirección Alejandra Flores Nava (sobrina del mismo subdelegado) y la doctora Montserrat Castañeda, todas trabajadoras de la CMF Tlaxcala.
Una de ellas incluso tuvo el descaro de ir uniformada, exhibiendo una total falta de respeto por su profesión y por las y los derechohabientes.
Mientras miles de trabajadores reciben atención médica tardía, con falta de medicamentos, maltrato por parte del personal y puertas cerradas en la cara por parte de la dirección, estas funcionarias —protegidas por sus vínculos familiares y personales— se dan el lujo de abandonar sus puestos para asistir a un festejo organizado por el secretario general Cutberto Chávez de la Rosa, quien no solo permitió, sino que al parecer facilitó el acceso a este tipo de privilegios.
Los testimonios de derechohabientes, como el de una profesora que fue testigo de la presencia de estas funcionarias en el evento, reflejan el hartazgo generalizado: “La directora siempre está encerrada con el subdelegado, nunca nos atiende, y cuando lo hace su secretaria es con desprecio. Verlas festejando mientras a nosotros nos niegan la atención, fue indignante”, dijo.
El ISSSTE Tlaxcala se encuentra atrapado en una red de nepotismo, simulación y desdén por el servicio público. Y esta escena patética no solo lo confirma, lo exhibe. Es urgente una auditoría laboral, una revisión de responsabilidades administrativas y, sobre todo, que dejen de jugar con la salud de quienes sí trabajan y cumplen.
La atención a mejorado bastante desde que llegó la doctora Laura